lunes, 19 de abril de 2010

Este

Aquí estoy, al Este de ningún río,
de ningún puente, de ningún dique,
y está bien habitar al Este
aunque sea de ningún lado
porque facilita los discursos
especialmente para disimular la más común
de las muletillas.
Por ejemplo, voy a decir que en esta tarde
de marionetas húmedas
este... este... este...
el silencio este... me grita palabras obcenas
este... este... y me refugio en las entrañas
este... cálidas de algún reactor nuclear.
Me quedo obnubilado este...
entre mariposas cibernéticas,
lujurioso de pudores este... radiactivos,
radiante como losa de departamento,
me quedo hurgando el Este este... de la nada.
Y yo que tengo el Sur en el ombligo,
el Oeste en la manga y mi norte este... es el Norte,
digamos la quebrada de Humahuaca,
me afinco este... al Este de cualquier achura,
al Este de un delirio calculado este...,
al Este del fantasma de la noche.
Y los que tienen el poder este... me miran,
no me sacan los ojos de los ojos
y si supieran que existo me sacarían los ojos este...
este... este... me robarían el pan y las sandalias,
me dejarían calvo y en pelotas diciendo
este... este... este...


Jorge Luis Estrella

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Allí estás, al O/Este de algún sitio,
en algún borgiano templo circular
esperando habitar hacia el Oeste o el Este,
y está mal que aún no sepas si elegir este O/este
porque el humano es humano
aunque vaya a la luna
y a veces vuelva
-y otras veces no vaya porque el Apolo XIII no lo deja-
pero es este o/este el que debés elegir
el sol por algún lado tiene que salir,
y tu cama se orienta al o/este de algún recóndito
pulsar que aún se escapa de tus fauces
de luciérnago enamoradizo.
Y vos sos este o/este,
¡vaya uno a saber!
porque todo no se puede saber,
acórdate sino de Sócrates
"Sólo sé que no sé nada" decía el griego
y por eso bebió cicuta
¡ porque no sabía que era!

Pero vos sos este o/este,
y el sur no tiene porque meterse en la elección,
el Norte ni hablemos porque demasiado tiene con la OTAN
(y entre nos, para tanto no es).

Y después te la sigo, porque no sé si seguir con este o/este
otro texto...



Besosssss
Lili (perdón Jorge: sacás lo más loco que hay en mi jaja)
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Ella dice que le saco lo más loco
este... este... este...
y es muy hermoso lo loco que le saco
este... si quiere que le saque lo más cuerdo
tendrá que este... esperar a otro este... milenio.
Mientras tanto, en mi círculo borgiano
yo seguiré soñando con este... unicornios
y alguna negra flor desértica y salvaje,
con serpientes de este... fuego y de tormenta.
Y hoy que llueve y graniza en la ciudad,
aquí en mi desordenado este... este del silencio,
juego a secar mi barba remojada.

Jorge Luis Estrella

martes, 13 de abril de 2010

A veces me pierdo

A veces me siento
como desconocido.
“¿Ese soy yo, el del espejo?
¿Soy yo el que está llorando,
pidiendo auxilio,
que vuelva la mano tendiendo mi mano?”

A veces no hay eco que me ubique,
no hay huella de mí en los pastos,
el vidrio no se empaña con mi aliento.
Hago silencio. No oigo nada. Creo que no estoy.
Deseo morir, pero no sé cómo.

Todo pasa, por suerte.
El espejo me ríe, el aire me acaricia.
Todo ha vuelto a mí, me hierve la vida.
Es porque tú, amor, me estás mirando.

© Carlos Adalberto Fernández

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sensacional, Carlos!!!


A veces me encuentro

A veces me siento parte de alguien.
El espejo grita que soy yo,
entonces recojo un pensamiento,
lo acerco
y no aparece el reflejo.

A veces una voz, escondida en el pecho,
dice que me ama,
otras que está lejos y extraña palabras.

Nada pasa, todo permanece.

Y sos vos quien emite silencios
en la profundidad de la imagen
para recordarme que el amor existe.


Elisabet Cincotta
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**sensacional lo de ustedes dos!!!


A veces me busco


A veces sin motivo aparente
pellizco la carne para saber que estoy.
Asomo alguna que otra lágrima
conjugando salares
en busca de lo humano.

Me intuyo-me sospecho.

Y la niebla se me hace cuento
entre ajadas manos,
el pecho se me vuelve coraza
de tanto rebote contra la vida.

Y entonces oigo ese grito
el gemido brotando del eco
subiéndome entero.

Y sé que sos vos
quién pronuncia mi nombre.

Quién dice que la busqueda terminó
que el amor anidó
sin jamás haber alzado vuelo.


Liliana Varela