viernes, 17 de diciembre de 2010

SOLO HABLA...

SOLO HABLA...


a Él, solo a Él
demandé el por qué de los colores
del trino y el vuelo de las aves
de la razón de las centrípetas...
me habló de pares enfrentados
inquirí sobre mareas
y por las fases de la Luna
del por qué, vidrio opaco, el futuro
mas de eso solo su silencio
con su dedo índice
dibujó ascendentes espirales
mientras mencionó
de vuelo de campanas
y de sonidos secretos repetidos
sinfónicos conciertos, lamda trémulo

señaló con Su voz mil mundos nuevos
ésos, adorables, Sus cantos en la tarde

insistí en preguntar
qué de la belleza de un borde de corola
de cómo el arco iris es diadema
quién la lleve ... bien afortunado!

fogosa interpelé
el por qué del sonido cruel de algunas voces
esas que, letal su lengua, dañan lo intimo, divino

quise saber
por qué el hilo de agua
corriendo va del monte hasta los valles
y de allí con ardor busca a la mar

busqué saber por qué asciende el fuego
y cómo al nacer un niño/
con desgarrado llanto se asoma a ver la luz

mas el susurro de Su voz
seguía hablándome de amores
deja volar a las ideas, me decía
que migren a los cielos
vive ese vuelo mágico en tu ser Conmigo

de pronto
alguien que oía mis preguntas,
replicó
los sabios del alma solo hablan
nosotros, sus discípulos
compilamos su decir en símbolos sagrados
sus palabras de poder en melodias
para que al paso de los tiempos
las multitudes lean:
"Todo esto, lo que el Maestro dijo..."


ana lucía montoya rendón
diciembre 2010
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"señaló con Su voz mil mundos nuevos (...)

fogosa interpelé
el por qué del sonido cruel de algunas voces"

Ana Lucía Montoya Rendón





No conseguí más que azuzar el viento
no logré más que silencios sobre silencios...

Su voz, aquella que sólo prendía fogatas
en oscuras noches
sentenció mi nombre al ostracismo
me llamó Inquiriente
me llamó niño...

Retórica lengua la mía
lamió sílabas, ahogó fonemos
y volvió a preguntar..

por qué el antagonismo del silencio de voces
Por qué esa voz llamándome en el silencio de la brisa
cada noche
cada despertar del alma.

"No existen silencios ni voces crueles"
sentenció su bífida respuesta
"la crueldad está en tí al catalogarlas,
al padecerlas, imaginarlas"

No sé si fuera nao
qué mares surcaría
qué extrañas corrientes de ideas
mordería

"No existen silencios ni voces crueles"
repetía mi mente

al tiempo
que mi propio silencio

se denotaba cruel.


Liliana Varela


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"arre! arre manada, hasta lo profundo de los credos!!"

Ana Lucía Montoya Rendón





Cordero soy de la manada primigenia
el sacrificio de un Abraham sin elección
-y devota huella-

Sigo los pasos,
los negros, grises y opacos rastros
de la perdición
aquellos que improntaron otros
hace tiempo-sin memoria.

¡¡No me culpes de ser lo mismo de lo mismo
en el estúpido catálogo de esta vida!!

¡Degüellame la ostia de la comunión sagrada
en el altar embravecido de la sociedad actual!!

No me ardas en la hoguera
no excomulgues esta pena

tan repetida de ser humano ante todo.

¡El cordero soy yo, el pastor eres tu
y aún ninguno descubre
su propio rol!


Lili

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ARRE MANADA!!



"No existen silencios ni voces crueles"
repetía mi mente

al tiempo
que mi propio silencio

se denotaba cruel.



Liliana Varela


dentro de cada cueva
cohabitantes el Todo y la Nada...

no existen, si existen...
no y si, si y no...
y, de tanto repetirlo
pétalos de extintas margaritas
tapizan el camino del olvido
desaparecidas, deudoras de dudas
pagaron con su corola persitencias locas

catalogados los bandos/
aparecen los contrastes
sí arriba y abajo
sí negro y blanco
sí algarabía o mutismo
sí adentro o afuera
sí la noche, necesario el día
pero ante la retórica de una lengua bífida
lambona demagogia/
galopa disfrazada de pan de azúcar
ante los hambrientos de palabra, coquetea
arre manada! escuchad el dulce canto
arre a hacia la plaza que allá os regalan vida!

y el pastor ahora llora
llora ante el rebaño degollado
llora por aquellos que creyeron/
que la idea de catálogo no existe
y ante ese credo
la cuchilla lamió su tierno lomo
mientras, espíritus ociosos
hacen piruetas sobre lamentos tardíos

arre! arre manada, hasta lo profundo de los credos!!




ana lucía montoya rendón
diciembre 2010