jueves, 5 de agosto de 2010

MIS PRIMEROS AÑOS DE VIDA

Ahora que las historias cuentan mi pasado remoto
y sale a la luz la luz que en aquella época emitía,
mi memoria enloquece y me canta canciones muy antiguas
y me dice palabras escritas en las piedras
e Isis se me sienta al costado del lecho
musitando metáforas que parecen pirámides.
Porque uno no es sólo esta carne que sufre,
estos pies de suicida que pisan la indiferente tierra,
este acá, este ahora, este ser que palpita atolondradamente.
Uno es todo el pasado acumulado en uno,
toda historia, prehistoria, ancestral levadura,
toda la inteligencia de la sangre heredada,
uno es el agua actual yendo al mar que convoca
pero también es el río desde que se hizo río.
Por eso, me permito llorar casi sin lágrimas
al pensar en los años primeros de mi vida
que están siendo estudiados por mentes vigorosas
y me quedo despacio mirándome al espejo
como quien espera ver reflejado en su luna
un rayo luminoso de estrella omnipotente.

Jorge Luis Estrella

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PARA VOS ESTRELLA!!

para vos Estrella
arrurrú tururú
recuerdos de mil nanas...!

la melancolía craquela el espejo
ante tu mirada color de nostalgia
no hay cristal que se muestre esquivo
cuando recuerdos en tropel te abrazan

amamantado por la Vía Láctea
acunado en el pecho de la diosas
se pelearon ellas tus candente labios
esa energía desde allá, tu marca

paso a paso instalaste presto
conductores de versos
polos a tierra que hicieran masa
con tu potente grácil lira
corto circuito de alegres carcajadas

ahora que tu biógrafa nos muestra
los intríngulis del por qué de tu aura
no habrá cuadro de vírgenes con niño
que a los brazos de tu madre igualen
cuando en ellos amorosa te acunaba

arrurú, arrurú, cariñosa para vos mi nana...

Ana Lucia Montoya R.

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LA NANA

El poema de mi amiga colombiana
tiene gusto a café con almendras
y se deja beber despacito
mientras dan luz las últimas luciérnagas.
Es un poema que toma el tren y llega
a la estación de Retiro en cuatro patas
y me ladra un tango gardeliano
mezcla de suburbio, rebelión y nostalgia.
"Arrurrú tururú para Estrella"
dice ella y yo vuelvo a mi cuna de ensueños
con voltios y amperes de niño travieso
jugando a rayuelas en patios dormidos.
"Arrurrú tururú", mi querida Analú,
la de zooabsurdas razones de antaño,
esta noche me voy a dormir
arrullado por tu dulce nana.

Jorge Luis Estrella

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