Despertar en ti

A la orilla de mi lecho
desperté queriendo besarte
sentí tu aliento en mi cabello
y no estabas…
Se levantó el sol
y me recordó que hoy duermes lejos
pero mi piel deseosa
reclama la tuya.
Mis entrañas tienen hambre de tu calor
de tus manos tiernas
de tus besos húmedos
de tu ser hombre
más allá de la fuerza…
Desperté ansiosa de ti
pero cada amanecer
me recuerda certero
que es un sol menos
para tenerte eternamente.
En este lecho inmenso
te espero
con el anhelo inminente
de que una vez más me poseas
de ser sólo un espacio
de beberte por entero.

Carolina G. V.
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Entre tu ausencia,
y mi sensual deseo,
el lecho parecía enorme.
Sin desborde de ternura,
con recuerdos y añoranzas,
que huían por doquier.

Oscar N. Galante

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Cuesta tanto dormir sin tu aroma
lecho vacío abrazado al abismo
tus ojos, tu figura, tu silueta:
desdibujada en el sueño de estar juntos.

Despierto al alba con deseos de tenerte,
sin tus suspiros, sin el hueco en tu almohada
solitaria, cabizbaja, ensimismada
intentó soñar para encontrarte otra vez.

Liliana Varela
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Despertar en ti,
en el silencio nocturnal que avecina
un saber de orillas y llanuras,
en la suavidad de la cobija
que amalgama rupturas y encantos.

Despertar en ti,
en la calma del amanecer
cuando el sonido del paisaje
enruta mi cuerpo hacia tu lado izquierdo...
surte el hueco mudas lágrimas de ausencia.

Elisabet Cincotta


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Desperté contigo

Desperté contigo
abrazada a tu oasis
en nuestro lecho redondo
de cinco sabores
con cuatro lunas redondas
que unidos a nuestro eclipse
concluían en cantos orgásmicos
que la pachamama enseña
cuando desde esa entraña de la Tierra
nos trae la primera semilla
¡Aleluya!...¡Aleluya! ...

Julia del Prado (Perú)
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Desperté en la madrugada
sudando bellos amores,
que con sus muchos calores
humedecio hasta mi almohada.
En el mundo y sus confines
a mi dama deseada
cante mi bella tonada
cual coro de serafines.
En suspiro permanente
amaneció nuestro día,
teniendo por fantasía
nuestro querer nuevamente.
En llegando la mañana
que de soles va cuajada,
compruebo que mi galana
quedo de rosas preñada.

Emilio Medina M.