El deber

*"Reponiéndonos de lo que no se puede*
* pero se debe"



Miente

el almanaque miente,

no han caído tantas hojas en los otoños

ni tantos equinoccios han extinguido su luz.




O tal vez

sí,

sí han postrado verborrágicos

los vocablos su tinta

y agonizando los sentidos

bebieron la hiel del equívoco

en la desunión.



Quizá

de estepa Siberiana burló el corazón

al instante del agónico grito

que jamás fue oído.


No importan

los Cómos ni lo Cuándos

sólo el ahora insuflándose leva sus velas

anclando el pecho al presente.



¿Por qué entonces duele tanto el deber?



*Liliana *
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Te respondo en un bis la respuesta que te di a este poema en otra lista
Porque no nos da tiempo al recuerdo menos fugaz, a ese que permanece muy adentro encerrado esperando ser deleitado, porque la vida no para y hay abrazos que deben darse desde el corazón por amor y que sabemos disminuirán el dolor de alguien, porque en realidad no es deber, es querer y necesitar saberse vivo para comprender que la muerte existe.
Muchas veces me he preguntado parecido, por qué el mundo sigue cuando alguien ha dejado de existir, y lo que más se acerca a una respuesta es que el mundo sigue pero parte de ese mundo recuerda y es ese el valor de la memoria.
Lili, cuidate y abraza, abraza que te abrazamos acompañándote.

besos
Elisabet

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*La caja se encoje cada día
cada vez está más chica.
la habita un alma solitaria...
que sueña,
que sufre,
que medita.*

*Ana Lucía*

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*Una reflexión única Ana Lucía; gracias gamia, gracias
infinitass y sí, a
veces sentimos que somos gigantes en una caja de zapatos y otras veces
nos
sentimos granos de arena en una playa infinita.*

*Graciassss*

*Lili
*
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*CRECE EL HABITANTE*


El deber es cuento aparte.
Duele el querer y no poder.

Deberes,
imposiciones, castraciones.
Nos movemos dentro de una caja chica
que se encoje mientras crece el habitante.
Deberes intrigando, sonsacando.
Maneras impositivas en el tiempo.
Un metro arbitrario carcelero.
La palabra y la acción sus prisioneras
gritando en las noches y en los días.
Sordas sombras burlonas y famélicas.
La caja se encoje cada día
cada vez está más chica.
la habita un alma solitaria...
que sueña,
que sufre,
que medita.

Ana Lucía

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Las hojas de un otoño caen
Como caen tantas lágrimas.
Como han caído sus manos,
antes de tiempo.

El deber es inamovible.
Como lo es el paso del tiempo.
Ella intenta sostener los días perdidos.
Ella reconstruye con sus manos las manos caídas.
Ella se dice en un poema lleno de dolor.

La hiel de la desunión
será un día otro camino.
Para reencontrar la memoria en el amor.

TE QUIERO MUCHO LILI y sos una maravilla de ser humano, tus palabras, tu
magia, tu poesía, las compartís en momento de tanto duelo.
Te manda un beso grande desde Uruguay mi Juan, y yo otro desde más
cerquita.

Amparo