Mujer de hoy.
Mujer de treinta.
Mujer que cree.
Mujer que intenta.
Esa mujer que soy.
Busca el ensueño de un final feliz
como en esas novelas
de heroínas leídas en la adolescencia.
Busca la autenticidad de honores,
de logros, de palabras.
No teme a mostrar y abrir sus colores.
Pero siempre la desarman.
Mujer de hoy.
Mujer de nadie.
Mujer que ama.
Mujer que cae.
Esa mujer que soy.
Obligada a cumplir un sin fin de requisitos.
Para ser un mero reflejo de la perfección ilusoria
que se pretende de la mujer de hoy.
En un mundo de decadencia y putrefacción.
Mujer de hoy.
Mujer quietud.
Mujer muda de amor.
Mujer ataúd.
Esa mujer que soy.
Hoy está prohibido soñar
o hablar de amor.
Impera la imagen perfecta.
Vistiendo una ilusión.
Mujer que simula, pretende y oculta.
Su misión.
Amparo Carranza Vélez.
18 de Noviembre de 2008.
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Mujeres de estilo, especiales
a su modo hacen una historia
que vuelan en páginas vitales
y son por si solas una gloria.
Que cuando pasan dejan esa huella
y un aroma tan inconfundible
que no ver el fuego de su estrella
es pecar y de modo tan terrible.
Hay mujeres ligeras de equipaje,
escritoras de letras y de historias
entre los claroscuros del paisaje.
Mujeres con treinta o más victorias
que muriendo, renacen al pasaje,
porque son, como tú, obligatorias.
Oscar Néstor Galante
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