sábado, 29 de noviembre de 2008

Nuevos amigos - Cristina Longinotti y Emilio Medina M.

El amor, siempre en viaje, halla maneras
de efectuar cada tanto alguna escala;
se hospeda en nuestra casa y desembala
al acecho de nuevas primaveras.

Ordena en un estante las esperas
fallidas del pasado; luego instala
-tras pedirnos permiso- en nuestra sala,
al futuro y sus frágiles quimeras.

Nos devuelve, al partir, las atenciones
con un menú especial para la cena,
que comprende una entrada de utopías,

después un plato fuerte de ilusiones
en la salsa mohosa de su pena
y, de postre, espumón de fantasías.

Cris




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El horario del amor, según Cris. 2
El amor no respeta franja horaria:
se aparece insolente como el viento
e inunda con el soplo de su aliento
nuestra vida anoréxica y precaria.

Paraliza, al llegar, la maquinaria
y el engranaje siempre en movimiento
deja ya de pautar cada momento
con su aguja paciente y rutinaria.

No le importa por qué, cuándo ni dónde:
no pide explicaciones ni permiso,
no oye quejas y nunca absuelve culpas.

A veces lo ignoramos y se esconde
pero, harto de esperar, sin previo aviso
se va y no da razones ni disculpas.

Cris



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¡ Es verdad...son muy buenos ! 3
Los dos sonetos son excelentes,
admirado lo dice este manchego,
sin ser poeta ni escritor, tan solo lego,
y a Blanca Barojiana... , ¡ni la mientes!.

A ver si así, la veo ya de frente;
pues...,hace ya catorce primaveras,
que la voy haciendo mil esperas
estando de mi alma muy ausente.

Dice que el trabajo, mucho agobia,
es cierto y en la duda no hay porfía,
solo digo que me quedé sin novia.

Sus amores los tengo ya olvidados,
corriendo por la noche y por el día,
me tiene los huesos, trastornados.

Emilio.



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¡ No me digas...! 4
Se agradece el elogio ¿y el tercero
que a pedido mandé, no lo mencionas?
¿O crees que con falsas siliconas
he inflado ese poema que no quiero?

Y de la Barojiana ni el postrero
suspiro des por tuyo, que sus zonas
erógenas entrega a otras personas,
por más que en esa fila estés primero.

Soñar no cuesta nada, el dicho enuncia.
Sigue soñando, pues, que desamores
tan solo has de vivir en tu agonía.

Algo entiendo de olvido y de renuncia
y puedo darte clase sobre amores
si me pagas por hora, día cada día.

Cris



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Soneteando con Cris 5
Si un tercero llego hasta mi morada
no lo he visto, te juro ¿compañero?,
y seguro que ese, el mas postrero,
será el bello trío en la camada.

Al llegar hace rato hasta la casa
que ahora da cobijo a mis tontunas,
no se aun si con faldas sos alguna
o tenés un "chisme" que desfasa.

Soy un petit suiss del día y fresco
y suplico, ¿será señora mía?,
que me diga, el mayor de sus deseos .

Si desengaño, dice que es su infierno,
al no sufrir yo nunca esta agonía,
insisto..., yo con Blanca..., soy muy tierno.

Emilio.





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Nuevos amigos en Muestrario 6
No desmerece en nada su soneto
de los que aquí he leído, señor mío:
tiene enjundia, sustancia, forma y brío
para sortear con bien cualquier aprieto.

Este escribir tildado de obsoleto
desempeñamos ya del montepío
que, a cambio de rimar con albedrío,
se apoderó de su honra y su respeto.

Poesía por eterna antonomasia,
a una pasión me arrastra tu cadencia
y tengo con tu forma tal romance

que no permitiré que la eutanasia
de la moda termine tu existencia
ni que el olvido fúnebre te alcance.

Cris



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