Si caminamos vidas paralelas
y la tuya fue más lenta que la mía,
no hubo esquina
ni encuentro escondido
en las nocturnales danzas del placer.
Ni siquiera roces furtivos e imprecisos de las manos
que entrecruzan los senderos.
Sólo hubo el intento de crearnos en la imaginación
de las tardes de sulky
y paseo por las calles de tierra,
de sonrisas y halos de frescura con perfume
a amor en nuestras prendas.
Simplemente nos pensamos sin saberlo
y no hubo punto de encuentro...
que pena habernos soñado
en tantos atardeceres
y no haberse topado nunca nuestros cuerpos.
Elisabet Cincotta
derechos de autor registrados
IMAGINÁNDONOS/ una historia sencilla
Tú buscando una flor
yo una estrella,
nos presentimos.
Nos cruzamos, no nos vimos
ni nos sentimos
No nos supo la estrella
ni la flor
No nos añora el sauce
ni el saguán ni la almohada
No nos evoca el alma
ni la carne ni el sueño.
Estoy solo.
Ya no busco la estrella.
Todos los días
tomo una flor y te espero.
Carlos A. Fernández
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