De espaldas al futuro arrinconaste mi deseo.
Las manos buscaron, al tanteo,
la rosa de este invierno.
El cuerpo venció al pudor con gemidos
cuando redondeaste cada ángulo, perverso,
y miré la sombra de la luna
mientras palpabas a Rigel en mi nuca.
De espaldas al universo
capturé el placer entre pupilas
y amanecí violetas en tus palmas.
Descubierta.
Elisabet Cincotta
derechos de autor reservados
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RETAZOS
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Mis sueños siguen tus huellas
y se afanan, y te imaginan
como hojas que volando
del rocío sobreviven
sin saber que hay otras aguas
que devienen sin invierno.
¿Cómo vivir,
en la penumbra.
sin tu aroma de violetas
mientras duermo y te contemplo
declamando mil golondrinas
encendidas en mi cuerpo?
Oscar N. Galante
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