¿Estás segura que te ama?
¿que su mirada la tuya busca?
¿que el leño que arde él abraza
sabiendo que eres suya?
¿Qué el callar no es por silencio
que tu voz aún sigue viva,
que quizás ya no lo sientas
porque la nada acaricia?
¡Yergue tu fina estampa
por sobre la lápida gris!
Destruye la cruel simbiosis
y florece nuevamente
La vida tiene tantos senderos
tantas rumbos por descubrir
tantos pasos nos aguardan
para petrificarse así...
Deja que la madera se mude y se consuma*
tantos bosques aún te esperan...
Leñadora serás siempre
sólo has de quemar la espera
Liliana Varela
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Este poema surge del tuyo
¿Estás segura que de noche brilla
en tus brazos dueña
y no navega por el cuerpo
de quien bebe manantial cerezas?
La distancia amante rubrica
mil palabras en placeres
pero pocas veces el amor golondrina
del valle que quiere.
Rompe las tinieblas,
lanza el tiempo hacia sendas
donde la frase encuentre gardenias,
naves ígneas que recorran la piel,
hogar y leños, donde el pensamiento
sea ser en tu cuerpo
y la espera hallé la tangible espera.
Elisabet Cincotta
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